Un Experto Interim recomienda un camino, logra los acuerdos necesarios y encara cambios e incluso implementa las soluciones necesarias. Su experiencia práctica y sus probadas competencias son esenciales para ello.

Un Experto Interim generalmente trabaja en un solo proyecto a la vez y con dedicación plena. Si bien en ocasiones, una solución “part-time” podría ser la más adecuada para la empresa, su aporte suele ser “full-mind” en los temas asignados y dentro de las urgencias requeridas.

Un Consultor –por su función- tiende a recomendar un abanico de alternativas y deja al Cliente la tarea de definir e implementar alguna de ellas. Por lo general suelen ser profundos expertos en el análisis, la teoría y la tecnología, pero carecen o no priorizan la experiencia práctica de un Gerente funcional. Suelen ser más costosos y por lo general trabajan en varios proyectos, clientes y problemas a la vez.

Por su parte, los Asesores independientes suelen ser profesionales con mayor experiencia práctica, pero por lo general, se limitan al intercambio de ideas o discusiones que guíen al equipo ejecutivo -pero no se vuelcan a implementar las soluciones. Generalmente trabajan para un cliente algunos días al mes – no intensiva y dedicadamente, ni a fondo durante un período.

En suma: EXPERTOS INTERIM, un recurso de utilidad múltiple.